Las Hazas de Suerte son unas tierras de labor pertenecientes a los vecinos de Barbate y Vejer de la Frontera. Tienen la consideración por ley de propiedad comunal.
Las Hazas de Suerte son unas tierras de labor pertenecientes a los vecinos de Barbate y Vejer de la Frontera. Tienen la consideración por ley de propiedad comunal.
El origen de las Hazas de Suerte se remonta a la conquista castellana de estas tierras. Fernando III el Santo, en su lucha contra los musulmanes, ocupó Vejer y sus zonas colindantes hacia 1250,
quedando sus pobladores al borde mismo de una frontera cuyo límite venía impuesto por el río Barbate. Aseguran las crónicas que el rey firmó una Carta Puebla o, lo que es lo mismo, concedió un conjunto
de privilegios para quienes quisieran repoblar las tierras que acababa de conquistar, tierras que habían quedado semidesérticas y que eran de suma importancia estratégica.
El origen de las Hazas de Suerte se remonta a la conquista castellana de estas tierras. Fernando III el Santo, en su lucha contra los musulmanes, ocupó Vejer y sus zonas colindantes hacia 1250, quedando sus pobladores al borde mismo de una frontera cuyo límite venía impuesto por el río Barbate. Aseguran las crónicas que el rey firmó una Carta Puebla o, lo que es lo mismo, concedió un conjunto de privilegios para quienes quisieran repoblar las tierras que acababa de conquistar, tierras que habían quedado semidesérticas y que eran de suma importancia estratégica.
Su administración está en manos de un grupo de vecinos elegidos al efecto y que constituyen, junto con la Corporación Municipal, la llamada Junta de Hazas. Esta Junta de Hazas es la encargada de redactar un Reglamento, el cual determina bajo qué criterios se van a administrar estos terrenos comunales.
Tanto el pueblo de Barbate como el de Vejer poseen sus propios reglamentos, siendo el de nuestra localidad del año 2004. La palabra «haza», según el diccionario del la Real Academia, registra entre sus significados el de «porción de tierra labrantía», apareciendo como tal ya en documentos del siglo X.
Su administración está en manos de un grupo de vecinos elegidos al efecto y que constituyen, junto con la Corporación Municipal, la llamada Junta de Hazas. Esta Junta de Hazas es la encargada de redactar un Reglamento, el cual determina bajo qué criterios se van a administrar estos terrenos comunales.
Tanto el pueblo de Barbate como el de Vejer poseen sus propios reglamentos, siendo el de nuestra localidad del año 2004. La palabra «haza», según el diccionario del la Real Academia, registra entre sus significados el de «porción de tierra labrantía», apareciendo como tal ya en documentos del siglo X.
La denominación de Hazas de Suerte tiene su origen en la naturaleza de su posesión, ya que desde antiguo estos terrenos vienen sorteándose cada cuatro años entre los vecinos empadronados de cada población, pudiendo los agraciados disfrutar de ellas durante ese período de tiempo, bien arrendándolas o, hasta hace poco, por medio de su cultivo o incluso vendiéndolas.
La denominación de Hazas de Suerte tiene su origen en la naturaleza de su posesión, ya que desde antiguo estos terrenos vienen sorteándose cada cuatro años entre los vecinos empadronados de cada población, pudiendo los agraciados disfrutar de ellas durante ese período de tiempo, bien arrendándolas o, hasta hace poco, por medio de su cultivo o incluso vendiéndolas.
Profundamente enraizada en nuestra tierra tras milenios de convivencia íntima con las sierras y dehesas de la España mediterránea, las vacas de capa caoba y grandes comamentas son hoy en día un elemento más de nuestro paisaje. Casi todos los geógrafos y naturalistas grecolatinos e incluso algún pasaje bíblico hacen alusión a las numerosas vacadas de la Bética o de Tartesos, presumiblemente compuestas por antepasados de la actual Retinta. A ellos se refieren las citas bíblicas relativas al ganado de la antigua Tharsis (hoy Andalucía) y también la leyenda de Hércules y su victoria sobre el
monarca local. Gerión, a quien confisca su vacada. Mencionada por visigodos y árabes, entra de lleno en nuestra historia moderna de la mano de la Real Cabaña de Carreteros y sus Derrames Cabañiles y Trajineros del Reino. Esta institución, creada por los Reyes Católicos en 1497 (con los mismos privilegios que Alfonso XI había dado en 1273 al organizar el Honrado Concejo de la Mesta o Real Cabaña de Ganaderos), agrupó a los principales carreteros españoles hasta su extinción en el siglo XIX. Como bovino de doble aptitud carne-trabajo, se mantuvo durante siglos. Los pertrechos militares y el azogue
destinados a la conquista y colonización de Las Indias llenaron de yuntas de vacas Retintas los muelles del puerto de Sevilla, donde también embarcaron los Retintos que más tarde alumbrarían a las razas criollas americanas. Así queda destacada su preferente adscripción a los trabajos de carretería, ya que su empleo en la agricultura fue siempre muy discreto por tratarse de áreas con poca vocación para los cultivos, de aquí su pronto encuadre como animales de carnicería. Durante este tiempo se fraguaron variantes etnográficas con rasgos diferenciales derivados de su emplazamiento.
Profundamente enraizada en nuestra tierra tras milenios de convivencia íntima con las sierras y dehesas de la España mediterránea, las vacas de capa caoba y grandes comamentas son hoy en día un elemento más de nuestro paisaje. Casi todos los geógrafos y naturalistas grecolatinos e incluso algún pasaje bíblico hacen alusión a las numerosas vacadas de la Bética o de Tartesos, presumiblemente compuestas por antepasados de la actual Retinta. A ellos se refieren las citas bíblicas relativas al ganado de la antigua Tharsis (hoy Andalucía) y también la leyenda de Hércules y su victoria sobre el monarca local. Gerión, a quien confisca su vacada. Mencionada por visigodos y árabes, entra de lleno en nuestra historia moderna de la mano de la Real Cabaña de Carreteros y sus Derrames Cabañiles y Trajineros del Reino. Esta institución, creada por los Reyes Católicos en 1497 (con los mismos privilegios que Alfonso XI había dado en 1273 al organizar el Honrado Concejo de la Mesta o Real Cabaña de Ganaderos), agrupó a los principales carreteros españoles hasta su extinción en el siglo XIX. Como bovino de doble aptitud carne-trabajo, se mantuvo durante siglos. Los pertrechos militares y el azogue destinados a la conquista y colonización de Las Indias llenaron de yuntas de vacas Retintas los muelles del puerto de Sevilla, donde también embarcaron los Retintos que más tarde alumbrarían a las razas criollas americanas. Así queda destacada su preferente adscripción a los trabajos de carretería, ya que su empleo en la agricultura fue siempre muy discreto por tratarse de áreas con poca vocación para los cultivos, de aquí su pronto encuadre como animales de carnicería. Durante este tiempo se fraguaron variantes etnográficas con rasgos diferenciales solo derivados de su distinto emplazamiento.
Leer más©renacerlajanda · ©Alianza Amigos del Pericón
Diseño e ilustración: elverdemusgo.com
Programación: encanta2.com
Diseño e ilustración: elverdemusgo.com
Programación: encanta2.com
©renacerlajanda · ©Alianza Amigos del Pericón