Los primeros habitantes de la Janda fueron durante el Paleolítico cazadores que aprovecharon la rica launa de grandes herbívoros, presente en torno a los humedales y zonas boscosas. Posteriormente, en el Ncolítico sociedades agropastoriles se asentaron junto a los humedales, dejando como testimonio de su pasado monumentos megalíticos (dólmenes, menhires…) y abundantes y excepcionales representaciones de pinturas rupestres en los numerosos abrigos rocosos del entorno.
Tartesios, turdetanos, fenicios, cartagineses y romanos ocuparon estas tierras y edificaron ciudades como Baessipo, actual Vejer de la Frontera, sobre los promontorios que dominaban el estuario del río Barbate y la por entonces profunda y navegable Laguna de la Janda.

En el año 711 tuvo lugar, a orillas de la laguna, la Batalla de la Janda en la que las tropas árabes y bereberes, al mando de Tariq Ibn Ziyad, derrotaron a los ejércitos visigodos capitancados por el Rey Don Rodrigo, dando paso a siete siglos de dominación islámica en la península ibérica.
Durante el periodo islámico se crean alquerías como las que dan origen a la actual Benalup-Casas Viejas y se extienden los usos agrícolas y la humanización del territorio, que se continúan en el periodo cristiano, aunque el humedal de la Janda permanece sin ser transformado por el ser humano que se limita a aprovecharlo para usos gana-deros, la caza y la sicga de vegetación lagunar para la construcción de viviendas y otros enseres.
Chocar de Cartarunlar.

Durante finales del siglo XIX y principios del XX cazadores-naturalistas británicos, afincados en Gibraltar, dan a conocer en diversas publicaciones los enormes valores faunísticos de la hasta por aquel entonces inalterada y esplendorosa Janda, en la que aún se reproducían las grullas comunes.
A principios de siglo XX tienen lugar los primeros intentos de desecación y puesta en cultivo del humedal, algo que se consuma en la década de los 6o, dando lugar a su explotación agraria intensiva y a la profunda alteración del espacio que pese a la pérdida de su naturalidad mantiene excepcionales valores ornitológicos que atraen a un creciente turismo.

La Laguna de la Janda es una importante área húmeda situada en la provincia de Cádiz, en el suroeste de España. Aunque se encuentra actualmente desecada debido a actividades agrícolas, ha sido históricamente una laguna natural de gran importancia geológica y biodiversidad.Desde el punto de vista geológico, la Laguna de la Janda se encuentra en una cuenca sedimentaria formada durante el período Mioceno, hace aproximadamente 5-23 millones de años. Durante este tiempo, se depositaron sedimentos marinos y continentales que conforman las capas geológicas presentes en la zona.

En cuanto a su formación, se cree que la Laguna de la Janda fue originada por un sistema deltaico fluvial. Los ríos Guadalete y Barbate habrían transportado grandes cantidades de sedimentos desde las montañas cercanas hasta el litoral atlántico, generando un delta que gradualmente se transformó en una laguna debido al levantamiento tectónico y cambios climáticos.La composición del suelo en los alrededores de la antigua laguna incluye arcillas y arena depositadas durante el Mioceno. Además, hay evidencias paleontológicas que indican presencia pasada del mar en esta área.

En términos biogeográficos, antes del drenaje del siglo XX para cultivos agrícolas intensivos como parte del Plan Badajoz para combatir enfermedades transmitidas por mosquitos (como paludismo), era uno los humedales más importantes para aves acuáticas migratorias e invernantes en Europa occidental. Se estima que más 20 especies diferentes nidificaban allí.

A pesar de estar desecada actualmente debido al drenaje humano realizado hace décadas, todavía existen algunos vestigios remanentes del antiguo ecosistema acuático. Además, varios proyectos están trabajando para restaurar parte o toda esta área como humedal nuevamente.

En resumen, la Laguna de la Janda es un sitio con una interesante historia geológica y ecológica. Aunque ahora está mayormente desecada debido a actividades humanas pasadas y presentes centradas ​​en agricultura intensiva; sigue siendo un lugar relevante desde el punto vista científico e histórico dentro del campo

El Tajo de las Figuras es un yacimiento arqueológico situado en la provincia de Cádiz, en España. A continuación se presenta una cronología y algunos datos relevantes sobre el sitio:

– 5.000 a.C.: Se estima que los primeros asentamientos humanos aparecieron en esta área durante el Neolítico.

– Edad del Cobre (3.500 a.C. – 2.200 a.C.): Durante este período, se han encontrado restos arqueológicos que indican una mayor ocupación humana en el área del Tajo de las Figuras.

– Edad del Bronce (2.200 a.C. – 900 a.C): Durante esta época, hubo un importante desarrollo cultural y artístico en la región.

– Siglo V a.C.: Los fenicios establecieron colonias comerciales en la costa gaditana, lo que probablemente implicó una mayor actividad humana también en el interior, incluido el área del Tajo de las Figuras.

– Época romana: Aunque no hay evidencia directa de ocupación romana en el Tajo de las Figuras, es posible que haya habido asentamientos o explotaciones agrícolas cercanas debido al desarrollo regional durante este período.

– Siglos VIII-XV: Durante la época musulmana, hubo un importante desarrollo agrícola y ganadero en la región gaditana debido al sistema de riego árabe conocido como «acequia madre».

– Siglo XIX: En esta época se descubre por primera vez una pintura rupestre cerca del Tajo de las Figuras por parte del escritor e historiador local Juan José Amores.

En cuanto a los datos relativos al sitio:

– El Tajo de las Figuras debe su nombre al desfiladero natural formado por un río donde se encuentra y donde también existen figuras rupestres prehistóricas.

– El sitio cuenta con numerosas pinturas rupestres paleolíticas datadas entre 20.000 años antes del presente hasta aproximadamente hace unos 10.000 años atrás.